La espera

Nos esperamos por mucho tiempo, sin saberlo entonces, sólo presintiéndolo.

Nos deseábamos, nos hacíamos el amor con la mirada, ¡pero éramos tan jóvenes entonces!

Nos tocábamos casualmente por debajo de la mesa, nos sonrojábamos… y nos deseábamos aún más.

Pero los años pasaron y nos volvimos a encontrar. No perdimos el brillo en la mirada ni ocultamos el deseo largamente escondido.

Mi pecho se encendía al verte y tocaba una sonata de noche plena, a la espera del encuentro.

Ya no pudimos seguir posponiéndolo… Hoy somos personas maduras y experimentadas, desbordantes de pasión y añoranza por lo que pudo haber sido y que otrora no nos atrevimos a consumar.

Hoy la espera terminó. Has hecho realidad mis sueños, me tomaste entre tus brazos, recorriste la sal de mi piel con tu ardorosa lengua, me arrinconaste con fuerza contra la pared, mientras tecleabas con tus dedos sabios mi columna vertebral.

Aspiraste mi aroma, comiste y bebiste de mi sonrosada flor, me pediste que hiciera realidad tus fantasías de adolescente… nos despellejamos, perdimos la última migaja de cordura... y nos hicimos el amor… hasta que juntos fuimos uno solo, convirtiéndonos en un único jinete, en un mismo latido, en una verdadera hoguera, en un profundo orgasmo desesperado y pasional…

Hasta la próxima, ángel dorado.
No volvamos a dejar pasar tanto tiempo... ;)