Una tormenta inesperada me obligó a cambiar de planes. El vuelo que debía partir del Aeropuerto de Porto Alegre, Brasil, el día lunes a las 07:08 PM se fue demorando, y con mi equipaje a cuestas y sin hotel donde hospedarme, me vi obligada a deambular, resignada, por los enormes pasillos atestados de turistas malhumorados.
Decidí entonces que aquel traspié no malograría mis vacaciones y, luego de haber guardado mi enorme maleta en una gaveta de seguridad, me dirigí al centro comercial adyacente. Ya me quedaba poco dinero disponible, pero nada me impedía ojear un poco los coloridos escaparates.
Frente a una de esas tiendas me detuve. Un joven y sonriente vendedor me observaba desde adentro. Un simple guiño de su parte fue decisivo para hacerme entrar al local. Me maravilló saber que era bilingüe y que podía hablarme en un enrevesado pero comprensible español, lo suficientemente claro como para guiarme en mi supuesta compra.
Le pedí que me mostrara algún minivestido para una fiesta. Diligente y con su eterna sonrisa, sembró el mostrador con hermosos modelos que según iba trayendo, decía que destacaría mi figura femenina y sensual. Yo no podía quitar mis ojos de sus musculosos brazos bronceados… Tomé algunas de las prendas y me dirigí al probador.
El hermoso joven esperaba paciente detrás del cortinado, y yo le iba mostrando uno a uno cómo me quedaban aquellos vestidos que acariciaban mi piel, despertándola, seduciéndola…
Su sonrisa crecía al verme girar atrevidamente, ayudando a abrochar mis botones, acomodando algún pliegue inexistente, levantando mi cabello en un supuesto peinado en alto para observar el efecto.
Yo quería seguir probando los encantadores modelos, consciente del efecto que aquello producía en él. Me estaba divirtiendo en ese momento en que los demás turistas blasfemaban por haber perdido su vuelo…
Repentinamente, nos habíamos quedado solos. Fue como si el mundo externo hubiese desaparecido y las luces se extinguieran. En aquel pequeño recinto, apenas podía moverme, sin embargo la perspectiva del espejo me permitía observar su atenta espera… y comencé a demorar mi salida. El joven musculoso trataba de espiar hacia el interior. “¿Todo bien, señorita?”, me decía… y yo, sonriendo para mis adentros, decía que no, pues se me había atascado la cremallera.
¡Oh, tan atento fue conmigo! Me ofreció inmediata ayuda y lo invité a ingresar al probador, en el mismo instante en que descuidadamente, dejé caer los breteles, quedando totalmente desnuda ante su mirada atónita.
El espejo de pared se empañó en pocos segundos, en un crescendo proporcional a nuestros jadeos y gemidos. Su inquieta lengua se movía en un ritmo similar al de mis ansiosas manos… y tras unos momentos se detuvieron todos los relojes, mientras culminábamos juntos en un glorioso orgasmo.
Decidí entonces que aquel traspié no malograría mis vacaciones y, luego de haber guardado mi enorme maleta en una gaveta de seguridad, me dirigí al centro comercial adyacente. Ya me quedaba poco dinero disponible, pero nada me impedía ojear un poco los coloridos escaparates.
Frente a una de esas tiendas me detuve. Un joven y sonriente vendedor me observaba desde adentro. Un simple guiño de su parte fue decisivo para hacerme entrar al local. Me maravilló saber que era bilingüe y que podía hablarme en un enrevesado pero comprensible español, lo suficientemente claro como para guiarme en mi supuesta compra.
Le pedí que me mostrara algún minivestido para una fiesta. Diligente y con su eterna sonrisa, sembró el mostrador con hermosos modelos que según iba trayendo, decía que destacaría mi figura femenina y sensual. Yo no podía quitar mis ojos de sus musculosos brazos bronceados… Tomé algunas de las prendas y me dirigí al probador.
El hermoso joven esperaba paciente detrás del cortinado, y yo le iba mostrando uno a uno cómo me quedaban aquellos vestidos que acariciaban mi piel, despertándola, seduciéndola…

Yo quería seguir probando los encantadores modelos, consciente del efecto que aquello producía en él. Me estaba divirtiendo en ese momento en que los demás turistas blasfemaban por haber perdido su vuelo…
Repentinamente, nos habíamos quedado solos. Fue como si el mundo externo hubiese desaparecido y las luces se extinguieran. En aquel pequeño recinto, apenas podía moverme, sin embargo la perspectiva del espejo me permitía observar su atenta espera… y comencé a demorar mi salida. El joven musculoso trataba de espiar hacia el interior. “¿Todo bien, señorita?”, me decía… y yo, sonriendo para mis adentros, decía que no, pues se me había atascado la cremallera.
¡Oh, tan atento fue conmigo! Me ofreció inmediata ayuda y lo invité a ingresar al probador, en el mismo instante en que descuidadamente, dejé caer los breteles, quedando totalmente desnuda ante su mirada atónita.
El espejo de pared se empañó en pocos segundos, en un crescendo proporcional a nuestros jadeos y gemidos. Su inquieta lengua se movía en un ritmo similar al de mis ansiosas manos… y tras unos momentos se detuvieron todos los relojes, mientras culminábamos juntos en un glorioso orgasmo.
He guardado el vestido que finalmente compré… aún conserva su aroma y su sudor…
Y yo conservo la sonrisa por haber obtenido una atención estupendamente personalizada ;)
Y yo conservo la sonrisa por haber obtenido una atención estupendamente personalizada ;)
(Dedicado a Mary)
28 comentarios:
Quíen fuera musculoso,ejeje.Encantador el relato. un abrazo.
precioso relato,he disfrutado leyendolo
besitosssss
!Gracias guapísima! ¡Me ha gustado mucho tu recreación de la fantasía! y me has dado ideas alternativas, ejem...
Y también decirte que qué bien que estés de vuelta! el mundo bloguero te extrañaba!
Besines agradecidos.
Luego vuelvo, ahora solo paso a dejarte un beso muy grande y decirte bienvenida de nuevo.
Muaksss
Que bueno!! me encantó, parecía que estaba yo en el probador jajaja, me lo he imaginado todito! jajaja
Muchos besos preciosa, así da gusto perder aviones!! jajaja.
uys yo tambien me lo he imaginado, peo mi probador estaba oscurito, a ver si estaba con sendieva y yo sin enterarme jajaja
precioso
besos
Si señor, a este chico le deberían pagar más por dar esa atención : ) o mejor dicho, él estaría encantado por poder darla.
Besos
Cómo dices que se llama la tienda...?
Besos,cielo.
Natacha.
Estimada Rebecca
Lo que es la vida , …. Como este pobre vendedor tiene que esforzarse y ser tomado como un objeto sexual para poder vender un vestido.
Que sufrida la vida de este turro, … jajajaja
Bueno es un Karma que llevamos los que somos potros , … jajajaja
Me encanto tu relato, siempre que te leo hay carreras de ratones en mi cabeza.
Besos Esclavos
Hernán{YOB}
A ver la dire de esa tienda... :-)
MIra, mira, los probadores son muy sugerentes...
Besicos
Más que atención, es sobreatención personalizada, desde un guiño a toda una inolvidable sesión de compras...
¡Divinos espejos!, querida Rebecca, casi como un lindo vestido y un par de tacones...
Besos
De regreso, jajaja. Oye y voy a protestar mucho, mucho... ¿Dondé andan esos dependientes tan simpáticos? No hay manera de dar con uno así.
Besos
De regreso, jajaja. Oye y voy a protestar mucho, mucho... ¿Dondé andan esos dependientes tan simpáticos? No hay manera de dar con uno así.
Besos
Jajajajajá! Beca, Beca, has vuelto inspiradísima! Te han sentado como los dioses esos días de descanso!
Caramba con el vendedor! Muy servicial!
Besote Reina, bienvenida al ruedo!
Es una buena forma de esperar el avión, y bendita tormenta.jajajaja
Un besote linda
Catma!!!dudo que estés conmigo en un probador y no te enteres!!! jajaja, no me hagas hablar... que luego todo se sabe!! jajaja
Muchos besitos a todos, y más para mi preciosa Rebecca.
Bueno, debo decir que me gusto mucho este relato de delibery sex... buenisimo.
Te abrazo
MentesSueltas
Sin duda que la obtuviste.
Buen relato.
Besos.
No hay mal que por bien no venga, el vuelo se retrasó pero te lo pasaste muy bien...
Besitos dulces..
Hola Rebecca,
Celebro tu vuelta y que sigas deleintadonos con lo que han dado de si tus vacaciones. Empezando por tu accidentando regreso. Y si el resto de las vacaciones son comparables...
Por cierto, ¿esto que relatas es lo que llaman atención personalizada a cada cliente?
Por que por mucho que busqué no hay manera de encontrar una tienda con este nivel de atención...
Muchos, muchisimos besos...quemados todos ellos desde mi rincón.
Qué atención tan tibia y sensual!
Bonito blog Rebecca!
Te echaba de menos aqui Rebecca!! Riquisimo el relato , ahora cuentanos..¿ Los brasileños son igual de "atentos" que nuestros españolitos ?... ;)
besos deliciosamente pecadores guapisima
No creáis, amigos, que el mozo no disfrutaba de su empleo ;)
Era plenamente dedicado y atento, no sé si tanto como nuestros españolitos, jajaja!!! Pero atentísimo, sabía ganarse su sueldo!
Muchos besos encendidos para todos vosotros, desde el centro mismo de mi hoguera ;)
wowwwwwwwww..disfrute cada letra...voy a la tienditaaaaa
besos
Blue
AHORA YA SABEN PORQUE A LAS MUJERES NOS GUSTA TANTO IR DE COMPRAS REBECCA.
BESOS
VIRGINIA.
Gracias por dejar una esperanza en mi blog! ^^
Me gusto mucho esta ultima entrada sobre todo el final
Te sigo!
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