
(Así comienza esta fantasía de Don Juan de Marco, que a su pedido, Rebecca continúa con las siguientes líneas...)
Una cálida corriente despierta a Belita, con una suavidad extrema. Abriendo lentamente los ojos, ronronea... y luego de mirar por un instante los ojos de su amante, simula volver a dormirse. Sus sentidos quieren entregarse a aquel juego apasionado que con suma lentitud despierta una a una sus células.
Con sus nalgas húmedas por el recorrido que Don Juan ha marcado con su lengua, gira sobre su espalda, tendida con placidez. Lo insta a continuar su paseo por la tersura de sus piernas, por la suavidad de su vientre que, poco a poco, se enciende.
Sonríe, como si un mundo placentero ocupara sus sueños, entretanto va perdiendo ese relax al que fuera sometida en su previo momento onírico. Intenta permanecer laxa, pues disfruta enormemente de los besos del hombre, sin embargo, la urgencia la invade y comienza a responder a los estímulos.
Don Juan contempla embelesado la transformación del cuerpo de Belita... sus pezones se erizan, sus labios dibujan un rictus de deseo... gotas perladas riegan sus ingles. Busca a tientas el miembro de su hombre y lo acaricia, lenta, muy lentamente... Aún conserva los ojos cerrados, pues teme que el sueño se desvanezca.
Fundidos en un abrazo, sus cuerpos se compenetran, se huelen, se reconocen. La noche apenas comienza y ha traído un manojo de deseo que ha derramado sobre sus pieles, desde el fulgor más íntimo de las estrellas. Brilla la luna... fulguran sus ojos... y la pasión ya es una sola, única, imperecedera, voraz...
Con sus nalgas húmedas por el recorrido que Don Juan ha marcado con su lengua, gira sobre su espalda, tendida con placidez. Lo insta a continuar su paseo por la tersura de sus piernas, por la suavidad de su vientre que, poco a poco, se enciende.
Sonríe, como si un mundo placentero ocupara sus sueños, entretanto va perdiendo ese relax al que fuera sometida en su previo momento onírico. Intenta permanecer laxa, pues disfruta enormemente de los besos del hombre, sin embargo, la urgencia la invade y comienza a responder a los estímulos.
Don Juan contempla embelesado la transformación del cuerpo de Belita... sus pezones se erizan, sus labios dibujan un rictus de deseo... gotas perladas riegan sus ingles. Busca a tientas el miembro de su hombre y lo acaricia, lenta, muy lentamente... Aún conserva los ojos cerrados, pues teme que el sueño se desvanezca.
Fundidos en un abrazo, sus cuerpos se compenetran, se huelen, se reconocen. La noche apenas comienza y ha traído un manojo de deseo que ha derramado sobre sus pieles, desde el fulgor más íntimo de las estrellas. Brilla la luna... fulguran sus ojos... y la pasión ya es una sola, única, imperecedera, voraz...
16 comentarios:
"....la noche se haría día entre los dedos de Don Juan...
Muchos milenios pasarían hasta que volviera a nacer un amante así..."
No traspasaré estas letras a mi blog...pues sólo en este se podría leer así..
Don Juan De Marco... gracias amiga un beso para ti y belita.
Un beso para ambos, muy, muy, muy dulce y una gran sonrisa la que hoy me habeis regalado.
Pero chiquilla!!! Québien escrito está. Y Belita estará todavia flotando imagino, jejeje.
Un besote a los tres!
¿Que hago, cierro los ojos para soñarlo? ¿O sigo leyendo? Rebecca, eres única.Un besito.
En verdad que manejas con total soltura los sueños ajenos y por lo que veo jamás morirás quemada en la hoguera que tu misma enciendes en cada palabra de tus relatos.
Lo leo y siento que otro gran acierto ha llegado a mi .
Te dejo un beso y un sentimiento .
..., me miraron como si fuese de otro planeta asocian el digno aparatito eròtiko con ser una mujerzuela adicta al placer, lo cual defiendo por que no tiene nada de malo y me ha evitado caer en los brazos de cualquiera por la pura necesidad de un revolcòn. Defiendo el uso del vibrador, porque gracias a èl podemos elegir sin prisa a un amante, porque me gusta elegir yo a quien irà a la cama conmigo...
Hermoso
saludos fraternos con mucho cariño
un abrazo
Que bonito te quedo...
Un besazooooooooooo
Bravo.
Excelente.
Me has impresionado.
Saludos.
Hola Rebecca,
Excelsa fantasia onírica y es delicioso contemplar la luna mientras el despertar de un cuerpo hace que se produzca el milagro de la vida.
Muchos, muchisimos besitos quemados desde mi rincón.
genial¡¡
LES ABRAZO
CON CARIÑO
bLUE
Simplemente PERFECTA.
Caricias de Medea
REBECCA...
Estoy de aniversario y quería agradecerte las visitas de verso en cuando que haces por mi rincón.
Saludos conversos.
Siempre tan cálida y sensual tu hoguera...
Muchos besos
Hola querida Rebeca,como siempre cargada pasiòn tus letras y ese trìo belita,marcos y tù, maravilloso...
Un besito muy cariñoso de tu amiga Embrujada.
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