Pasión urgente


Hola. Soy Rebecca... Si estás dispuesto, te invito a pasar una noche de pasión conmigo”.

Las palabras exactas, el momento justo, para llevar la libido al punto más alto, despertando mi virilidad, desatando las ansias del encuentro. Los detalles fueron cuidadosamente arreglados. Tus compromisos, los míos... nada librado al azar, pues debía ser un secreto, nuestro secreto.

Una vez en mi automóvil, las miradas en la penumbra del mismo desafiaban a las palabras. Hasta que por fin surgieron.

¿Tomamos algo, o la pasión es urgente?”, te pregunté, casi seguro de la respuesta.

La pasión es urgente”, fue la respuesta.

Sin más, tomé el rumbo que ambos deseábamos. Un motel alejado de las miradas curiosas, por si acaso. Un lugar para nosotros, para la pasión sin control, para el sexo sin prejuicios ni límites, hasta agotar las fuerzas y el deseo.

Varios minutos de viaje, eternos. Mi mano, en tu entrepierna, luego, bajo tu blusa, entre tu sostén y tu piel. Tu mano, palpando mi excitación a través del entrometido pantalón, siguiendo cada detalle de su contorno, de su extensión.

Por fin llegamos”, dijiste, pero ya estábamos dentro de la habitación, y mi boca en la tuya, ahogando las palabras, saboreando tus labios, tu lengua, dejándote sin aliento, quedándome sin aliento. Mis manos recorrieron tu cuerpo, casi con asombro, descubriéndolo, disfrutándolo, quitándole la ropa, arrancándola salvajemente.

Ya desnuda, te deposité en la cama, con cuidado, como si fueras de cristal, admirando la belleza de tu piel, de tus espléndidas formas de mujer. Me tomó segundos sacarme la camisa, mientras observaba cómo se abrían tus piernas dejando al descubierto tu rosa, con sus pétalos brillantes, lubricados, listos para ser degustados.

Mi lengua no tardó en llegar a ellos, como un enloquecido colibrí, yendo de pétalo en pétalo, de pliegue en pliegue, hurgando entre ellos, buscando febrilmente la fuente de aquella miel, que brotaba sin cesar.

Mis dedos, intrusos, fueron buscando tu interior, inundado, suave, perfecto. Mi lengua, sin descanso, se dedicó a tu lugar más delicado, esa pequeña perla, capaz de producir el placer más extremo, la locura infinita, la pérdida de la cordura.

Los gemidos se oían por cada rincón de la habitación. Tu aroma me estaba embriagando, cuando aparecieron tus manos, tomándome la cara y llevando mi boca a tu boca. Entonces compartimos el sabor de tu miel, que bañaba mis labios, y también los tuyos, tu lengua se ocupó de lavar cada parte de la mía, de mis labios, de mi barbilla, mientras tus dedos se impacientaban por trasladar parte de tu propio néctar hacia la cima de tus pechos, que también besé con absoluta pasión.

En pocos segundos te transformaste en un volcán que entró en erupción, derramando lava ardiente de deseo. Los gemidos llegaron a ser gritos, ahogados sólo en parte por un inconsciente pudor. Tus manos se aferraron a las sábanas en un desesperado intento por mantener sobre la cama tu cuerpo, que se agitaba y retorcía sin control.

Mis manos trataban de contenerte, casi sin éxito, pero voluntariosas, y mis ojos no dejaban de observarte, embelesados por el inigualable espectáculo de tu placer infinito, provocado por tus ansias y mi labor de amante. No puedo calcular el tiempo que te llevó recobrar el control de tus sentidos, pero cuando ello ocurrió, tus primeras palabras fueron “penétrame ahora, ahora!!!...


(Texto enviado por Ariel para La hoguera. Wooooowwww!!! ;)


17 comentarios:

Arkantis dijo...

Pedazo texto Ariel...muyyyyyyyyyy bueno....

Un besito para los dos

ENCANTADORA DE DEMONIOS dijo...

Me ha encantado!!!!
La pasión llevada al límite, los sentidos a flor de piel, sintiendo absolutamente todo al náximo.
Muy bueno Ariel, de verdad que me has trasladado alli y lo he sentido como si lo hubiera vivido yo, junto con mis recuerdos.
Un beso preciosa.

Sensaciones Encontradas dijo...

Totalmente deacuerdo con ese WoooooooooooWWW!!!!

Asombroso y excitante....

© MEDEA dijo...

Lo primero dar de comer a la pasión.....lo demás puede esperar.
Caricias de Medea

Anónimo dijo...

Un relato que denota un juego y urgencia pasional, que no ve mñas allá de los deseos .

Te dejo un sentir .

kaisser dijo...

Excelentes letras bañadas de pasión y mieles húmedas...

Un beso apasionado querida Rebecca y un abrazo al autor

Anónimo dijo...

Ostias, nena.
Ya veo que la competencia se pone “dura”.
Uno tiene que entrenarse y esforzarse permanentemente… y cada día más; si quiere “untar el pizarro”, ¡¡carajo!!.

Felicita de mi(s) parte(s) a Ariel.
Por cierto, no será el de los legendarios “TEQUILA”, ¿no?.

Un beso, preciosa… Y a tomar por culo para Ariel JAJAJAJAJA
Es broma. Es evidente, ¿no?.
¡¡O no!!.

DULCE dijo...

Triple
wowwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww!
Quien es Ariel?
quiero conocerlo ya!
besos niña ardiente
Dulce

Diana dijo...

Woww !!! necesitaria que me den de comer !!! y mucho !!

Indra dijo...

Ahora leeré el texto, pero antes de nada,quiero ser la primera por que me pillaste en tu blog ;) FELICIDADES!!! jajajaja, ahora si, voy a leer ;)

Indra dijo...

Joer...como para no ser una urgencia, menuda forma de precalentar los sentidos...y quien dices que es Ariel? ;)
Besotes

Martín dijo...

La pasión de los sentidos... Me gusta... Siempre es bueno sentirse vivo. Suerte!

Max dijo...

Acaso puede haber pasión sin urgencia??
;-)

Precioso texto, como siempre.

Besoss guapísima!!

MentesSueltas dijo...

Que bello Rebecca, intimo, sensual, unas letras que te hacen volar, al leerlas.
Bellisismo.

Dejo un abrazo, en el ventanal.
MentesSueltas

Cemanaca dijo...

Eroticamente perfecto !!!

Saludos conversos.

Susy dijo...

Plas,plas,plas,este fin de semana me tengo que escapar...con mi marido...sin niñas,jeje

Me como la vida misma dijo...

Joder... esta música me trae tantos recuerdos eróticos... tantas primeras veces... tantos "¿pero qué es esto?"...