Caminaba por las arenas blancas y húmedas, marcando mis huellas, dejando volar mi imaginación... recordé ese anochecer cuando me hiciste tuya bajo las palmeras, a la bella luz de la luna que acababa de asomar, riéndose cómplice de nuestros movimientos.
El cielo azulado nos acompañaba en ese vaivén de las olas, y tus manos me acariciaban al compás del canto lejano de los grillos... yo movía sensualmente mis caderas y tú me mirabas con los ojos inundados de pasión. Comenzaste a quitar mi bikini mientras me besabas. Tu lengua se había anudado a la mía, y había comenzado un recorrido voluptuoso que adormecía mi razón, lentamente... el lóbulo de mi oreja primero, el hueco de mi cuello luego, mi pezón después... me fueron poniendo en clima.
Pero -obviamente- no te bastó. Seguías recorriéndome con tu húmeda lengua en un ósculo sin final. Mi vientre se arqueó abriéndose para ti, yo separaba mis nalgas sobre la manta, derramando mi néctar, que goteaba lenta y sensualmente... te supiste abrir paso en un camino tan conocido ya por ti, sabiendo el efecto que me producías. No te dejé seguir... sabía que si te dejaba que me instaras al clímax, ya se me nublaría totalmente la razón y no podría brindarte un preludio yo también...
Así que me incorporé, interrumpiendo tus besos de fuego y te bebí con fruición... llené mi boca y mi lengua de tu dulce sabor... ayudé a que tu pene se hinchara hasta el sumum de lo deseado, y recién en esa instancia te permití volver a beber de mi propia miel...
Fue tal tu éxito en esta incursión que estallé a pleno, arqueándome totalmente y centrando mi fuego en mi vientre de ninfa ardorosa, niña que destella hambrienta cual mariposa deseosa de volar más lejos... mi orgasmo te dejó perplejo, y te acoplaste perfectamente a mis curvas, en una sinfonía de vaivenes, besos, jadeos... oh, mi amor! quiero más! más! más! más!!!!!...
Hasta que al fin, exhaustos de placer, nos abandonamos al relax merecido... quedamos satisfechos con la noche, con el cuerpo, con el sentimiento a flor de piel.
9 comentarios:
Cómo siempre esplendido.Un beso.
Buffff, es que las playas por la noche.....maravillas!
Un besazo
La playa es un lugar muy sexy... Siempre y cuando no acabes con arena en pliegues y orificios del cuerpo que ni sabías que existían :P
Un saludo,
Deprisa
Ayayay...
Esos encuentros en la playa... Una unión tan intensa como el sol que dora las arenas...
fascinante ;)
besos!!
Que te cuento yo, si vivo a orillas del mar...
Genial escrito Rebecca, espero que sigas pasando tan buen veranito ;)
Un beso
La playa, complice del amor...
es que la playa..
por la noche..
es una invitacion /tentacion sensual
Super Rebeca!
Besosssssss vannnn
Dulce
Mi Querido amiga amiga Rebeca,sigo sin mucho tiempo para visitar a los amigos como tù del blog...pero al menos vengo a darte un beso y decirte que sigues bordando tus poesìas
Mil besos de mucha Brisa de Mar...y deseo que tù tambiène estès disfrutando mucho.
Tu amiga Embrujada.
la playa cómplice del amor.. hermoso
Un beso
Amo la playa... una en especial, a la que deseo volver con mi amor...
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