La nueva cortesana



En el palacio persa del Gran Daray se celebraría una fastuosa fiesta de máscaras, a la cual acudirían las doncellas más bellas del reino, con el objeto de elegir a su próxima cortesana.

Todas las muchachas del pueblo se habían engalanado con sus mejores prendas y utilizando una máscara para ocultar su identidad, intentarían despertar la lujuria del rey, famoso por ser considerado insaciable sexualmente. Utilizarían las mejores armas de seducción de que fueran capaces, pues la competencia era feroz entre ellas, y sólo una sería la premiada.

Bajo los ricos vestidos que las cubrían, había algunas sorpresas preparadas… Jazmín había tatuado su entrepierna con una serpiente dorada… Azul había adherido bellas mariposas de color sobre sus ardientes senos… Surena tenía un cinturón de cadenas que tintineaban a su paso… Cloe llevaba atado a la pierna un par de pañuelos de seda…

Al iniciarse la velada, todos comieron los manjares que se les ofrecían y bebieron copiosamente hasta perder noción del tiempo y del espacio, pero no del objetivo principal. El Gran Daray quitaba lentamente, uno a uno los velos que cubrían los cuerpos de las sensuales muchachas… al llegar a las mariposas de Azul, las arrancó con los dientes, dejando al descubierto una areola rosada, totalmente apetecible para cualquier lengua, y decidió probar su sabor rodeándola muy despaciosamente, untando sus pezones con miel de sus propios panales, absorbiéndolos, degustándolos… pero luego de unos minutos, decidió que no eran de su agrado… y se volcó a la siguiente ninfa.

Atraído por el sonido de las cadenas de Surena, se acercó a ella y las quitó con fuerza, lamiendo con ansiedad su ombligo y su vientre liso. Sin embargo, los perfumes y aceites con que ella se había impregnado no satisfacían su olfato… y desechó su compañía.

A continuación, hechizado por la serpiente dorada de Jazmín, se acercó a ella y circundó con su lengua la vulva rosada y jugosa que se abría como una fruta desgajada y plena de sabores, bebiendo de las mieles dulces de su cáliz, catando su sabor salvaje femenino… pero éste no fue suficiente para él, y sin titubeos, la hizo a un lado también.

Temiendo ser descartada también, Cloe quitó sus prendas con lentitud, desató sus pañuelos y se acercó atrevidamente al Gran Daray, rodeando su cuello por detrás con sus sedas. Bailaba sensualmente al ritmo de las melodías del palacio y giraba en torno de su señor, moviendo sus caderas y exhibiendo su cuerpo armonioso.

Pasó su lengua por el lóbulo de la oreja del rey, bajó por su cuello… marcando un camino húmedo en ese recorrido, luego continuó jugueteando con su lengua por la boca experimentada de su señor, y ató por detrás las manos del rey con sus pañuelos de seda… El no opuso resistencia, estaba embelesado por la seducción de que era objeto, y comenzó a sentir los placeres que la joven le prodigaba.

Cloe quitó las prendas inferiores del rey y lamió su bálano y sus testículos a pleno, masajeando al mismo tiempo sus nalgas, arañando su espalda, provocándole las mayores delicias en su cuerpo, mientras los demás concurrentes la miraban excitados.
Lo absorbió hasta que lo trastornó.

Ya todos sabían quién había sido la vencedora, la que sería elegida como nueva cortesana del reino, esa mujer caliente que no dudó en desatar la lujuria entre todos los presentes y en su propio rey, que ya en ese momento había perdido el dominio de sí y bañaba su rostro con su abundante esperma… tras el tremendo orgasmo que había tenido, a la vista de todos.


Con una mirada triunfal, Cloe se quedó con el Gran Daray a pasar el resto de la noche en sus aposentos, esperando continuar lubricando los sentidos de su señor…


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9 comentarios:

© MEDEA dijo...

Rebeca que preciosidad de relato. Además de ser un bella historia, me ha encantado que hay triunfado la seducción en su máximo esplendor, ante la belleza física y el dejar toquetearse. ASI DEBE DE SER UNA VERDADERA MUJER.
ME ALEGRO VOLVERTE A TENER. TABA MAS SOLA QUE LA UNA.
BESOS

Lydia dijo...

El poder de una lengua que se aventura por un cuerpo tambaleante y sediento de esas caricias... de ese sexo que le conduce a la entrega total. Entrega a la vencedora de tan ansiado trofeo.

Belén dijo...

Gana quien seduce...

Interesante

Besicos

Catalina Zentner Levin dijo...

Eres una seductora nata cuando tu imaginación se libera en textos como el presente.

Las imágenes que lo acompañan refuerzan la sensualidad de tus letras.

Gracias por estar siempre.

Abrazos,

A.L.Zarapico dijo...

Gracias Rebecca eres un encanto...por lo que tu ya sabes.Un beso caluroso.

Anónimo dijo...

Hermoso y relampageante relato, cargado de toda la seducción que tan bien despliegas en tus voces.
Voces que se transforman en relatos que adquieren vida propia en tus labios .

Abrazo tu alma .

Anónimo dijo...

Hermoso y relampageante relato, cargado de toda la seducción que tan bien despliegas en tus voces.
Voces que se transforman en relatos que adquieren vida propia en tus labios .

Abrazo tu alma .

DULCE dijo...

Gana quien seduce...
Vos y yo lo sabemos muy bien...
Besinhos Rebeca!!!
Dulce

Rebecca dijo...

Sabiendo utilizar la seducción, no hay quien nos detenga, verdad??

Les agradezco las visitas y los votos a mi hoguera :))